Amo la vida, amo que el tiempo pase y amo conocerme un poquito más cada día... Cuando era puberta mi madre decidió que me hacía falta una buena dosis de terapias sicológicas, y decidió llevarme con el "mejor" sicólogo del pueblo, mi objetivo: descrubir mi vocación profesional, el objetivo de mi madre: descrubir quien era mi novio, el objetivo del sicólogo: aun no lo sé.. quizá cobrar cada semana 600 volovanes, quiza....en fin, el caso es que lo único bueno que me dejó ir al sicólogo fue una tarde de terapia, cuando él me preguntó: "que sientes?" y yo contesté nada, y me dijo: no puedes no sentir nada, todos sentimos, por ejemplo yo estoy sintiendo un ligero dolor en mi pierna, (entre otras cosas pero ya no las recuerdo) ... esa tarde se me quedó grabada para siempre, tenía razón, no podía no sentir nada. Ahora, de vez en cuando me pregunto qué siento, cómo estoy, qué me hace sentir mal, qué me hace feliz? Me ha funcionado para conocerme más, ahora sé que, si lloro
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